The Learning Game: De qué va este libro y cómo ayudar a los niños a pensar por si mismos.
Un libro que todo padre debería leer. Enseña a los niños a no aceptar nada sin examinarlo.
Siempre he dicho que hay libros que podrían ser folletos. Este no es el caso, cada página vale la pena.
Ana Lorena Fábrega en “The Learning Game” nos invita a repensar la educación desde sus principios básicos y explica de una forma sencilla y práctica cómo podemos ayudar a nuestros hijos a pensar por ellos mismos, afrontar los desafíos y aprender a aprender.
¡Vamos directo al grano!
El Juego de la Escuela vs. El Juego de Aprender
Ana explica que los niños son expertos imitadores y si ellos ven un patrón que funciona en determinado ambiente entonces lo repetirán.
En la escuela tradicional el patrón que funciona es:
Llega a tiempo
Presta atención
Toma notas
Participa de vez en cuando
Estudia lo suficiente para obtener buenas calificaciones
¡Listo, aprendiste a jugar el juego de la escuela!
Los niños se dan cuenta de que este patrón les funciona en la escuela y entonces lo repiten una y otra vez, buscando conseguir buenas calificaciones, seguir las reglas, agradar a sus maestros y así sobrevivir.
El problema es que este método incentiva conductas que no serán de gran ayuda en el mundo real, como la obligación de siempre tener la respuesta correcta, el ser penalizado por equivocarse (calificaciones), la conformidad y obediencia limitando la creatividad y el pensamiento critico, y las recompensas externas en lugar de la motivación interior de aprender.
El juego de aprender, en contraste, se enfoca en el proceso de aprendizaje como una actividad intrínsecamente motivadora y significativa. Este enfoque valora:
Curiosidad y Pasión: Los estudiantes siguen sus intereses y curiosidades, explorando temas que les apasionan y disfrutando del proceso de descubrimiento.
Aprendizaje Profundo: En lugar de memorizar para los exámenes, los estudiantes buscan comprender profundamente los conceptos y aplicar el conocimiento de manera práctica.
Creatividad y Pensamiento Crítico: Se fomenta la experimentación, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, permitiendo a los estudiantes desarrollar habilidades valiosas para la vida.
Motivación Intrínseca: El deseo de aprender y crecer por sí mismos impulsa a los estudiantes, haciendo que el aprendizaje sea una experiencia gratificante y sostenible.
El libro “The Learning Game” está lleno de ejemplos de cómo fomentar habilidades de aprendizaje y de pensamiento critico para ayudar a que los niños se enfoquen en resolver problemas y mejorar el mundo ya que es a estos a los que el mundo real premia.
Hoy te dejaré solo uno de esos ejemplos, pero en lo sucesivo te enviaré más ejemplos en emails mas cortos y puntuales de todas las habilidades que deberíamos promover en los niños.
Ayudar a los niños a pensar por si mismos 🤔
Las escuelas nos enseñan que nuestras ideas deben ser correctas.
Pero en el mundo real, no es suficiente tener razón.
Para diferenciarnos, nuestras ideas deben ser tanto correctas como novedosas.
Para ser un científico exitoso, por ejemplo, necesitas descubrir cosas que otros no han descubierto aún. Para iniciar una empresa exitosa, debes ofrecer una solución o algo que otros no ofrecen. Para ser un escritor exitoso, necesitas compartir ideas que se sientan nuevas para los demás.
Si queremos que los niños generen ideas novedosas, debemos enseñarles a pensar de manera diferente.
Sin embargo, las escuelas hacen exactamente lo contrario.
En la escuela, pasamos la mayor parte del tiempo consumiendo conocimiento existente en lugar de producir nuevas ideas. Nos esforzamos por ser correctos en lugar de ser novedosos. Se nos anima a hacer lo que todos están de acuerdo que es una buena idea. Esto explica por qué las personas con mentalidad convencional superan en número a las personas con mentalidad independiente en el mundo real.
La mayoría de nosotros nunca nos detenemos a pensar en esto. Crecemos para jugar el juego que todos los demás juegan, simplemente porque eso es lo que nos enseñan en la escuela.
Pero solo cuando jugamos un juego diferente obtenemos resultados diferentes (y aveces mucho mejores).
Cuando pensamos de manera diferente a nuestros compañeros, nos volvemos capaces de inventar en lugar de imitar. Es así como encontramos nuevas soluciones a problemas antiguos (o nuevos).
¿Cómo podemos ayudar a los niños a tener una mentalidad más independiente? 💭
Ana cita a Paul Graham y un ensayo titulado “How to Think for Yourself” del cual destaca los siguientes principios:
• Cultivar una actitud de escepticismo: Enseña a los niños a no aceptar nada sin examinarlo. “Cuando escuches a alguien decir algo, detente y pregúntate, ¿es eso verdad?” Enmarca este hábito para tus hijos como una emocionante búsqueda de novedad. La resistencia a que les digan qué pensar a menudo se malinterpreta como una cualidad negativa, cuando en realidad es todo lo contrario.
• Rodearse de personas con mentalidad independiente: Hacer que tus hijos escuchen a otras personas decir cosas sorprendentes los animará a hacer lo mismo. Ayúdales a encontrar una comunidad de otros niños, mayores y menores, que anhelen la creatividad y el aprendizaje de cosas nuevas (los Scouts, por ejemplo).
• Cultivar la curiosidad: Anima a tus hijos a buscar temas que despierten su curiosidad y asegúrate de que tengan tiempo para explorar las cosas que les interesan. Descubre cuánto del trabajo que están haciendo en la escuela despierta su curiosidad. Si la respuesta es “no mucho”, entonces necesitan encontrar algo más, un complemento a la escuela, que lo haga.
Los niños son mucho más inteligentes de lo que les damos crédito y mucho más curiosos de lo que pensamos. Debemos aplaudirles cuando los veamos desafiando el status quo o profundizando en sus curiosidades. Debemos ayudarles a encontrar su propio "juego", aquello en lo que son buenos, y animarles a dominarlo.
- Ana Lorena Fábrega
Conclusión
Ana Lorena Fábrega, en su libro "The Learning Game", nos invita a repensar la educación desde sus principios fundamentales.
A través de ejemplos prácticos y consejos aplicables, nos muestra cómo podemos ayudar a nuestros hijos a pensar por sí mismos, enfrentar desafíos y aprender a aprender. En lugar de conformarse con las reglas del "juego de la escuela", que fomenta la conformidad y la obediencia, Fábrega nos anima a promover el "juego de aprender", centrado en la curiosidad, la pasión y la creatividad.
Este enfoque no solo prepara a los niños para tener éxito en el mundo real, sino que también les permite desarrollar sus propias ideas y habilidades únicas, esenciales para los trabajos del futuro.
En resumen, el libro es una guía valiosa para todos los padres que desean ver a sus hijos no solo sobrevivir, sino prosperar y sobresalir en un mundo en constante cambio.
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